Medicamentos Genéricos vs Medicamentos de Marca . Los puntos a favor de los genéricos
Aunque a todos vosotros en alguna ocasión el médico os habrá recetado un medicamento genérico, seguro que muchos de vosotros todavía no tenéis muy claro en que consisten, cuales son sus características más destacables o por qué la Seguridad Social está empeñada en que solo se receten genéricos.
Algunos fabricantes consiguen de esta forma comercializar sus excedentes de producción, otros, sin embargo, se dedican en exclusiva a fabricar una determinada marca blanca y los hipermercados por su parte se llevan un mejor margen de beneficios.
En cuanto a los medicamentos está pasando algo parecido, solo que de una forma mucho más regulada, a lo de las marcas blancas, son lo que los farmacéuticos conocemos como especialidades farmacéuticas genéricas (E.F.G.), y que todos conocéis como medicamentos genéricos.
Los genéricos no son más que medicamentos que no se venden con un nombre comercial registrado, sino por el principio activo y que, llevan el mismo principio activo que los de marca pero más baratos.
Los genéricos pasan un estricto control de calidad que debería garantizar que son prácticamente idénticos al medicamento de marca, se deben dar tres factores para considerarlos equivalentes:
1. Deben tener el mismo principio activo en la misma cantidad y calidad que el fármaco de marca comercial.
2. Tienen que demostrar la misma eficacia terapéutica.
3. Deben demostrar la misma biodisponibilidad. Lo que quiere decir que la cantidad de medicamento que llega al lugar donde debe actuar ha de ser el mismo.
Por supuesto, existen excepciones en cuanto a la similitud del genérico y la marca. Por ejemplo, en cuanto al margen de actividad se acepta un 20% de variación entre ellos, por lo que no es igual 80 mg de un producto que 100 mg de uno con patente. Esta es la causa por la que no existen genéricos de medicamentos en los que es muy importante tener una dosis justa y precisa, y en los que una pequeña variación puede tener importantes consecuencias.
Los puntos a favor de los genéricos
Los medicamentos genéricos son más baratos, en ocasiones escandalosamente más baratos, porque los fabricantes no han tenido que invertir en una investigación para su descubrimiento ni tampoco tienen que pagar patentes. En España, la duración de la patente de un medicamento es de 20 años. Después de ese tiempo, se permite la fabricación de genéricos por otros fabricantes a un precio menor.
Aunque el objetivo de las patentes es la de permitir a aquellos laboratorios que hayan investigado y producido un nuevo medicamento útil recuperar la inversión inicial, lo cierto es que esto mismo castiga a aquellos países y personas que no tienen el suficiente poder adquisitivo para comprar medicamentos con patente que, por lo general, son más caros.
La Seguridad Social está imponiendo el uso de los genéricos. Se han realizado numerosas campañas hacia los médicos para que receten genéricos siempre que exista la posibilidad ya que supone un importante ahorro en el coste farmacéutico de la Sanidad. Tanto es así que en algunas comunidades autónomas se premia a los médicos que llevan años recetando un alto porcentaje de genéricos mediante un incremento del sueldo por un aumento del complemento de productividad. La visión de la administración es que si dos medicamentos son iguales (marca y genéricos), siempre se elige el más barato. Pero no siempre es más barato el genérico, a veces encontramos medicamentos de marca más baratos a causa de la competitividad del mercado.